¿Qué es una tarta y qué es un pastel? Una de las preguntas más simples pero cuya respuesta siempre se nos atasca en la lengua por que… ¿en qué se diferencian? En el blog de hoy os lo explicamos.
Ambos consisten en postres horneados con corteza y relleno dulce o salado. Hoy en día, traducimos como “tarta” la palabra inglesa “cake”, que en realidad es un bizcocho, aunque le añadamos algún relleno.
Mucha gente piensa que la única diferencia es el tamaño; que los pasteles son pequeños y las tartas grandes, pero lo cierto es que van más allá: las texturas de la corteza, la masa, los rellenos y los métodos para hornear son algunas de ellas.
Las tartas pueden tener corteza tanto por arriba como por abajo, y suelen ser ventiladas con hendiduras para dejar que el vapor se escape mientras e hornea. Además, los lados de los moldes son inclinados y se sirve directamente del molde. En el caso de los pasteles, suelen ser horneados en moldes poco profundos, con la parte de abajo extraíble. La textura de la corteza en los pasteles es firme, como una galleta, y la parte recta de los bordes es más corta que la de una tarta.
En cuanto al relleno, estos incluyen desde frutas a mousses de diferentes sabores. Como los pasteles no tienen corteza en la parte de arriba, sus rellenos suelen ser colocados de forma original y atractiva, con trozos de fruta, tiras de hojaldre, dibujos de siropes etc. Las tartas, por el contrario, cuentan con relleno más abundante, generalmente más espeso, bajo la corteza, lo que les da ese aspecto más grueso y apetitoso.
Pero aunque tartas, pasteles y bizcochos sean diferentes, hay algo que todos tienen en común: ¡nos encantan!
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