

El té. Tan solo dos letras y un mundo de posibilidades.
La popularidad de esta bebida es fascinante, y debido a su presencia y la fama que tiene en la mayoría de países, existen mil y un tipos de té. ¿O es al revés? ¡Lo que está claro es que nos encanta!
El té es una infusión de hojas y brotes de la planta del té, con un sabor fresco, algo amargo y astringente. Es un sabor curioso que, aunque no a todo el mundo agrada, lo ha llevado hasta el podio de popularidad en bebidas por detrás del agua y del café.
Esta deliciosa bebida entró en contacto con Europa cuando los portugueses llegaron a la India a finales del siglo XV asentándose con mayor fuerza en Reino Unido. Hoy en día, si pensamos en té, automáticamente nos vienen a la cabeza un aristócrata inglés tomando una taza a las cinco de la tarde, ¿a que sí?
El té contiene teína, un termino similar a la cafeína, pero a diferencia de su hermana, la teína reduce el estrés y ayuda a la relajación gracias al aminoácido llamado L-teanina.
Se dice que el consumo del té es bueno para la salud (especialmente el té verde) por contener antioxidantes y polifenoles que contribuyen a regular el colesterol y reducen la absorción de la grasa. También contiene catequinos con propiedades antiinflamatorias, nos ayuda a regular nuestro apetito, y puede disminuir el dolor y las naúseas.
Existen muchos, muchísimos, casi demasiados tipos de té, y cada país tiene los suyos propios. Hoy os vamos a mencionar los más conocidos, al menos en nuestro país.
– Té negro: Las hojas de té pasan por un proceso de oxidación que transforman su color verde en marrón, al igual que su sabor, y que favorece la liberación de la teína en la infusión.
– Té verde: Tiene un sabor más suave, ligeramente herbal, y es diurético y rico en antioxidante.
– Té rojo: Utilizado ancestralmente en la medicina china, destaca por su función como reductor de peso y de colesterol en sangre.
– Té Oolong: También llamado “té azul”. En esta variedad se combinan las características del té verde y el té negro, y tiene un sabor ligeramente tostado. Destaca por su función digestiva.
– Rooibos: No es té propiamente dicho, ya que el rooibos es una planta de origen sudafricano y su característica más importante es que no contiene teína, pero las infusiones se preparan igual.
– Té matcha: De color verde, es de los más comunes en la gastronomía japonesa y el que se usa en la ceremonia del té.
Su popularidad, importancia y valor fue tal en el pasado que incluso se convirtió en moneda de cambio en el siglo XVIII. ¡Incluso se creó la Ruta del Té entre China y el Tibet!
El té, moviendo montañas, nunca mejor dicho.
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